
puede darnos una
poco común
perspectiva positiva
Resultado de esa verdad: el logro de metas poco comunes. He observado las diferentes metodologías y los resultados logrados por un pensador positivo y por una persona llena de temor y aprensión.
Ejemplo: Cuando Goliat vino contra los israelitas, todos los soldados
pensaron: Es tan grande que jamás podremos matarlo. David miró al mismo gigante y pensó Es tan grande que no puedo perder.
El presidente del Moody Bible Institute, George Sweting, en su
sermón titulado: «La actitud es muy importante», cuenta de un
escocés que era excelente trabajador y esperaba que todos los
hombres a sus órdenes lo fueran. Sus hombres le tomaban el pelo
diciéndole: «Scotty, ¿no sabes que Roma no se construyó en un día?» «Sí», respondió, «lo sé, pero yo no era capataz en esa obra».
El individuo cuya actitud le hace mirar la vida desde una
perspectiva enteramente positiva, no siempre es comprendido. Es lo que algunos llamarían «una persona que no tiene límite». En otras palabras, una persona que no acepta las limitaciones normales de la vida como la mayoría. Es renuente a aceptar «lo aceptado» solamente porque es aceptado. Su respuesta a las condiciones autolimitantes probablemente será un «¿Por qué? en vez de un «Está bien». Él tiene limitaciones en su vida. Sus talentos no son tan excelentes que no pueda fallar. No, pero está determinado a caminar hasta el borde de su potencial o del potencial de un proyecto, antes de aceptar una derrota. Es como un abejorro. Según una teoría de aerodinámica, demostrada en pruebas realizadas en el túnel de viento, el abejorro es incapaz de volar. Debido al tamaño, peso y forma de su cuerpo en relación con la envergadura de las alas desplegadas, el volar es
científicamente imposible para él. El abejorro, ignorando esta teoría científica va y vuela de cualquier manera y hace miel todos los días.
Esta estructura mental permite a una persona comenzar cada día con una disposición positiva, como el ascensorista el lunes por la mañana.
El elevador estaba lleno y el hombre tarareaba una tonada. Un
pasajero irritado por el ánimo del hombre le espetó: «¿Por qué
está tan feliz?» «Bueno, señor», replicó el hombre alegremente, «¡Yo nunca he vivido este día antes!» Cuando le preguntaron a Frank Lloyd Wright, a la edad de 83 años, a cuál de sus trabajos consideraría como su obra de arte, contestó: «Al próximo».
El futuro no solamente parece brillante cuando la actitud es correcta, sino que también el presente es mucho más placentero. La persona positiva entiende que el viaje es tan agradable como el lugar de destino.
Un día, un hombre observaba a dos albañiles construyendo un edificio. Notó que uno de los trabajadores continuamente refunfuñaba, gruñía y maldecía su trabajo. Cuando le preguntaron qué hacía, replicó: «Poner una piedra sobre otra todo el día, hasta que mi espalda parece que se parte». El otro albañil silbaba mientras trabajaba. Sus movimientos eran rápidos y seguros y su cara resplandecía de satisfacción. Cuando le preguntaron qué hacía, replicó: «Señor, no estoy solamente haciendo una pared de piedra. Estoy ayudando a construir una catedral».
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